martes, 13 de agosto de 2013

¡Aplaudan! ¡Aplaudan!

...¡Aplaudan! ¡Aplaudan!... hasta llegarse la planta de los pies… el ímpetu que hace estas páginas tan jugosas como empanadas…
Aunque, a su lado la literatura mundial resulta PAZ Y MANTECA, no vayan a suponer que la agresividad constituye lo que podría llamarse EL VERDADERO CARACÚ DE MI ESTÉTICA… Expuesto a todas las corriente ¡de aire! Telúrico e ideológico.. el insulto, mi palabra de honor, es incapaz de estimular la secreción de mis senos frontales.


Oliverio Girondo


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