domingo, 26 de julio de 2015

32

32

No estoy triste. Apenas si es la tarde
y vuelvo a estar contigo, soledad:
eres la cosa cierta,
que no deja de estar.
La ausencia del amor ya no es el llanto:
apenas la sonrisa. Nada más.
Sobre las horas quietas
mi cansancio se arrastra sin cesar.
Después vendrá la noche
y a mi costado fiel se tenderá.
Mi cabeza reposa para siempre
sobre tu pecho tibio, soledad.
Era el amor, tal vez. Era el misterio,
era el volver de pronto a mi verdad
pero es más fuerte el miedo:
no quiero que me importe nada, ya,
ni mirarme en relojes como espejos.

Ya no quiero llorar.

Julia Prilutzky Farny


No hay comentarios:

Publicar un comentario